Lento crecimiento, estable liquidez, ligera mejora en márgenes operativos resumen el desempeño del sistema cooperativo local. El principal desafío y amenaza, sin embargo, continúa siendo la gestión del riesgo crediticio.
MicroRate analizó la información
financiera de las COOPACs del Nivel 3, las
más grandes por volumen de
colocaciones, seguidas en tamaño por las
COOPACS Nivel 2B. Ambos niveles
representan alrededor del 75% de la
cartera total del sistema financiero
cooperativo, que totaliza alrededor de
USD 2,600 millones.
El ratio de liquidez a cartera del sector
gira en torno a 17% con una tendencia a
la baja explicada principalmente por las
cooperativas del Nivel 3 (14%), en
contraste con un indicador más alto y
estable a nivel de las cooperativas del
Nivel 2B (29%). En ambos tipos de
cooperativas se observa una caída en el
nivel de endeudamiento, explicado por
menos captaciones por ahorros y
depósitos a plazo, más notorio en las
COOPACs de Nivel 3.
La estructura de financiamiento se mantiene
igual concentrada en el largo plazo,
favoreciendo en cierta medida el calce,
especialmente si la maduración de los créditos
colocados se observa concentrada en mediano
plazo (por encima de los 3 años). Una
estructuración de mayor plazo da holgura a la
operatividad y posibilita la creación de
productos crediticios que acompañan los
planes de inversión en activos fijos para
negocios e incluso hogares (mejoramiento de
vivienda).
La rentabilidad del sector cooperativo es
comparativamente menor respecto a periodos
previos. Lo afecta un rendimiento de cartera menor,
explicado no solo por la alta competencia, pero
también por el incremento de la cartera en riesgo.
También impactó adversamente el aumento del
gasto de provisiones en los últimos periodos
asociado a una desmejora en la calidad de la
cartera. No obstante, el margen operativo continúa
siendo positivo al primer trimestre del 2023, aunque
menor respecto a dos años atrás. El enfoque en
eficiencia operativa (control de gastos) es lo que
explicaría principalmente el resultado, liderado por
las COOPACs del nivel 3, quienes muestran mejores
indicadores.
Las COOPACs 2B muestran un
mejor rendimiento de cartera
explicado por el nicho o
segmentos distintos al que se
dirigen, más enfocado en mypes
(micro y pequeña empresa),
además de consumo. La
eficiencia operativa y mejora en
los gastos financieros se
consideran entre sus principales
retos.