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LIDERAZGO FEMENINO EN MICROFINANZAS: CLAVE PARA EL DESARROLLO SOCIAL Y ECONÓMICO


“El papel de las mujeres en el sector microfinanciero va más allá de la creación de empresas. Las microfinanzas se han convertido en una herramienta clave para fomentar la inclusión económica, empoderando a las mujeres y permitiéndoles mejorar las condiciones de vida de sus familias.“


Gracias al acceso a estos servicios, las mujeres no solo incrementan sus oportunidades de generar ingresos, sino que también elevan la calidad de la educación, salud y bienestar de sus hogares. Esto genera un impacto positivo y multiplicador en sus comunidades, impulsando el desarrollo social y económico. Otro aspecto importante para destacar es la responsabilidad de las mujeres en el manejo de sus finanzas. Diversos estudios demuestran que, en general, las mujeres son más cumplidoras en el pago de sus préstamos que los hombres, lo que se traduce en menores índices de morosidad y mayores rendimientos para las instituciones financieras. En América Latina, la participación femenina en el sector microfinanciero ha experimentado un crecimiento notable. De hecho, según el Benchmark Social elaborado por MicroRate con cifras a junio de 2024, se evidencia que el 60.7% de los clientes en Perú son mujeres, ubicándose por encima del 58.2% del promedio latinoamericano. Este mismo resultado se evidencia a nivel de prestatarios (tomadores de créditos), donde el 64.1% de los prestatarios en instituciones microfinancieras peruanas son mujeres, frente al 59.1% de la región.



En América Latina, la participación femenina en el sector microfinanciero ha experimentado un crecimiento notable. De hecho, según el Benchmark Social elaborado por MicroRate con cifras a junio de 2024, se evidencia que el 60.7% de los clientes en Perú son mujeres, ubicándose por encima del 58.2% del promedio latinoamericano. Este mismo resultado se evidencia a nivel de prestatarios (tomadores de créditos), donde el 64.1% de los prestatarios en instituciones microfinancieras peruanas son mujeres, frente al 59.1% de la región. 

Este aumento es una clara muestra del avance en la inclusión financiera, pero también subraya la necesidad de ir más allá de la simple oferta de productos financieros. Las instituciones deben ofrecer un paquete completo de servicios que no solo atienda las necesidades de crédito, sino que también impulse el crecimiento sostenible de los negocios a través de capacitaciones, talleres y el fortalecimiento de redes empresariales.  

Buenas prácticas para potenciar la participación femenina en el sector microfinanciero

Para garantizar que el acceso al crédito y los servicios microfinancieros realmente contribuyan a la mejora del bienestar de las mujeres, las instituciones deben adoptar enfoques que no solo promuevan la inclusión financiera, sino también su empoderamiento. Algunas de las mejores prácticas internacionales incluyen:


  • Capacitación en habilidades blandas: El desarrollo de habilidades de liderazgo, negociación y resolución de conflictos ayuda a las mujeres a ser más competitivas y seguras de sí mismas en el ámbito empresarial, aumentando así sus posibilidades de éxito.
  • Formación tecnológica: En un mundo cada vez más digitalizado, la formación en herramientas tecnológicas es esencial. Capacitar a las mujeres en el uso de plataformas digitales, redes sociales y software especializado les permite optimizar sus negocios y reducir costos operativos.
  • Promoción del ahorro: Implementar programas de ahorro que permitan a las mujeres planificar a largo plazo y enfrentar posibles crisis económicas, les otorga mayor seguridad financiera, lo que a su vez aumenta su capacidad para invertir en sus negocios y en sus familias. 
  • Charlas orientadas al empoderamiento de la mujer: Estas charlas, dirigidas a toda la familia, buscan generar conciencia sobre el rol que desempeña la mujer emprendedora dentro del hogar, partiendo de una base de equidad frente al hombre.
  • Redes de apoyo y empoderamiento: Crear espacios de encuentro y networking entre mujeres emprendedoras fomenta el intercambio de experiencias, conocimientos y oportunidades de negocio. Estas redes no solo contribuyen al crecimiento individual de las empresarias, sino que también favorecen el desarrollo de comunidades de apoyo.
  • Productos financieros adaptados a sus necesidades: Comprender las circunstancias particulares de las mujeres y sus necesidades específicas es clave para ofrecer productos y servicios financieros debidamente adaptados, que respondan a sus retos cotidianos y que les permitan alcanzar sus metas a corto y largo plazo.

Aunque aún persisten retos, la presencia y el liderazgo femenino están marcando una diferencia tangible en la creación de una economía más inclusiva, diversa y sostenible. Las mujeres no solo están construyendo empresas, sino también nuevas oportunidades que transforman vidas y comunidades, generando un futuro más inclusivo y equitativo para todos

Redacción:

Zulma Chávez
Especialista de cuentas clave